Estando todavía en mi cama dada la diferencia de tiempo entre el este y el oeste de los Estados Unidos, empecé a escuchar el tono familiar de las campanitas de mi Iphone que se encargan de alertarme cuando hay emails y mensajes.
En media hora recibí casi doscientos cinco emails y mensajes, lo cual me hizo pensar que tal vez por algún milagro imprevisto Cuba había sido liberada. Es una noticia que luego de casi 53 años de exilio ya solo la espera un distante rincón de mi subconsciente.
Empece a leer los mensajes que me llegaban de amigas americanas, la mayoría felicitándome por el acontecimiento de el anuncio que nuestro presidente y Raul Castro habían llegado a un acuerdo para comenzar una nueva etapa en las relaciones mutuas. Salí corriendo para los bajos de mi casa a ver la televisión para escuchar la muy comentada noticia.
Ya antes de que siquiera nuestro presidente Barack Obama tuviese la oportunidad de decir la primera palabra, estaba recibiendo mensajes como los siguientes:
“Ya yo sabía que este presidente iba a hacer esta barbaridad antes de salir del poder”
“No podemos olvidar que nuestros padres y nosotros tuvimos que dejar el país donde nacimos por el regimen comunista que aplasta a Cuba por los últimos 55 años. Da VERGÜENZA que el presidente de esta gran nación esté tratando de normalizar relaciones con la misma metralla que sigue desgraciando a nuestra Cuba. Que pasará con los miles de presos politicos todavía encarcelados en Cuba, encarcelados solamente por querer ser libres? Quien está pensando en los otros miles que tratando de escapar a la libertad se han hundido en balsas tratando de llegar a este país para vivir en libertad? Esto ya es lo último de un presidente que me averguenza. Que Dios nos ampare!”
Mis amigas americanas menos opinionadas me preguntan que pienso yo de los acontecimientos de hoy. Que piensa esta Cubana cuyos huesos y alma se formaron en aquella amada isla ya hace mas de medio siglo?
Soy una niña Pedro Pan, que como mas de catorce mil otros niños un día me encontré solita en el país que con tanto cariño me dio la bienvenida a la libertad, habiendo dejado a mi padre, Pablo López Capestany, abogado, periodista y escritor en una jaula en Isla de Pinos preso por alertar a los Cubanos por medio de su programa de Television Ante La Prensa que Fidel era un comunista. Preso por hablar: sometido a duchas frías, a palear las zanjas de excremento en un ejercicio fútil pero humillante. Cuando al fin pudo venir al exilio nunca habló sobre sus experiencias. Solo confesaba haber extrañado el helado, y mami siempre le tuvo un galón en el refrigerador. Pero no por no hablar de esa experiencia tan dolorosa se olvidó de aquella patria. Hasta el día de su muerte uso su palabra escrita para condenar, para disuadir, para explicar. Patriota hasta el ultimo día de su vida.
Que pienso yo, que llevo tantos años aquí que hasta mi sangre sabe mas al mar Pacifico de mi Oregon que al mar Caribe.
Pienso que el embargo no ha funcionado. El embargo le ha dado cuerda a Fidel y a Raul para que sigan con una excusa para justificar el odio que le tienen a los Estados Unidos, y para mantener a un pueblo lleno de miedo a sus supuestos enemigos del norte. Pienso que muchos Cubanos han pasado hambre, que muchos Cubanos hemos vivido separados de seres queridos por mantener esa linea de división entre los dos países. Pienso que cualquier movimiento tiene el potencial de llevarnos a un nuevo lugar, a un nuevo dialogo.
También pienso que las almas de los tiranos Castro llevan muchos años acostumbrándose a ser mas viles que Machiavelli. Siempre miro detrás de los gestos para encontrar la trampa. Esos dos y sus compañeros no tienen nada de diáfanos. Pienso en los motivos de interés monetaria que llevan a los Estados Unidos a dar este paso. Me pregunto porque ahora? Pero al mismo tiempo, sin fe en ningún gobierno pongo mi confianza en la gente. La gente Cubana y la gente Americana. Hoy es posible que se abra el camino para que nos conozcamos mejor, saliendo a encontrarnos independientemente de las faldas del comunismo/oportunismo y de el capitalismo.
Tendo esperanza que se abra la comunicación entre los ciudadanos de ambos países. Por el internet al que hasta ahora la mayoría de los cubanos lo conocen solo porque lo oyen nombrar, por los viajes que podrán darse los americanos a la isla. Me gusta la idea de que sea la gente común y corriente sin agenda política que pueda al fin comenzar un futuro diferente para esa patria tan distante y tan querida.
Pero esa esperanza esta coloreada por una cautela muy grande. Y me acuerdo de mi abuelo Pablo López Morales, que cuando un miliciano le dijo: “Ahora si que tendremos Cuba libre!” Le dijo luego de una pausa: “Bueno muchacho: veremos.
Veremos
authoradriannemiller.com
Member Pen International
Translator: Shadow of a Myth by Martin Guevara
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